Empezamos…
La semana se hace eterna mientras esperamos con ansia la llegada del fin de semana, una vez que llega… el tiempo da un acelerón y el ansiado fin de semana se nos escapa de los dedos como arena fina…
Viernes… Ayer por la tarde empezó el maravilloso fin de semana, esos apenas 2 días y unas horas del viernes que tan rápido se suceden, pero que intentaremos alargarlos lo máximo posible, como hacemos siempre por la cuenta que nos trae… Con la visita de unos amigos, que incluyó un poco de todo, algo de trabajo, pizzas, vino, postre y risas… muchas risas, porque eso es esencial… Aprovechamos para cenar juntos, porque ya se sabe que unas pizzas en el congelador siempre van de fábula en situaciones así y un vino fresquito acompañando siempre sienta bien… y pudimos estrenar una «fondue» de chocolate que ellos mismos nos regalaron para Navidad y ¡¡qué mejor momento para estrenarla!! Pero lo más importante de todo fue, que gracias a ellos, hoy podemos inaugurar este espacio con la primera entrada al blog y encima lo pasamos genial, porque si encima compartes risas… qué más podemos pedir!! Porque las cosas son así… Y juntarnos con ellos es siempre reír y compartir, hazañas, batallitas, consejos o historias raras e inverosímiles que dan lugar a olvidar por un momento la realidad, aunque a veces sea algo «durilla». Porque a nuestro alrededor nada es perfecto, pero nosotros sabemos adaptarnos perfectamente y ese es nuestro truco… Ayer comentando lo diferentes que somos entre nosotros a la hora de afrontar el sueño y el despertar, hay quien no soporta que les hablen ya de buena mañana, porque aunque estén levantados aún siguen dormidos y necesitan calma y paz para ir empezando el día a su ritmo, que por ejemplo se comen a la pareja porque le dice amablemente como no sobrecalentar el biberón de la pequeña de la casa a primera hora de la mañana… y otros sin embargo son capaces de levantarse en mitad de la noche varias veces y sin rechistar si es necesario, para abrirle la puerta al perro porque pide salir, otros antes de que suene el despertador ya están despiertos plenamente con energía desde el primer segundo agradeciendo un día más de vida para disfrutar, y hasta los hay que les molesta que la pareja los despierte antes que el despertador aunque sea con mimos… pero es sólo porque necesita un rato para despejarse y que la energía emane, porque realmente los mimos es lo que hace que despierte placenteramente… Vamos que hay para todos los gustos y ahí te das cuenta que cada uno es un mundo y que como digo siempre «Aquí están todos locos… ¡¡arre, arre unicornio!!», es cuestión de acostumbrarse unos a otros y respetarse, que la comprensión es lo más bonito que hay entre las personas, porque aunque pensemos cada uno diferente te das cuenta que hay un punto en común… que somos únicos e irrepetibles y que todas estas pequeñas cosas son las que hacen que cuando esa persona falta, sea cual sea el motivo… la eches tanto de menos…
Gracias al ansiado viernes, ayer pudimos terminar de configurar lo más urgente relativo a este espacio para poder empezar a publicar cositas y hoy mismo me he puesto a ello. Chicos, gracias por normalizarlo todo, por ser como sois, por vuestra súper ayuda y disculpar toda mi torpeza con esas configuraciones que me llevan días y días para que luego vosotros en 10 minutos lo hayáis solventado… afortunadamente… Este post… va por vosotros familia!!
Y hoy… anhelado sábado, hemos salido a comer entre amigos y vuelves a casa, con la barriga tremendamente llena y tu interior también. Cuando compartes el tiempo con buena gente, recargas energía, es doblemente placentero. Por un lado la satisfacción de haber comido ricos platos y por otro el compartirlos con gente «normal» y lo pongo entre comillas porque todo es relativo, las cosas son «normales» pero ¿respecto a qué o quién? yo creo que es respecto a la opinión personal de cada uno, porque no hay una pauta cerrada que indique lo normal y lo anormal, de hecho hay cosas que a mi me parecen autenticas absurdeces y sin embargo hay gente que las ve provechosas, divertidas y/o incluso educativas… y al contrario también, quién sabe… Si te paras a pensar yo me refiero a estos amigos como «normales» porque tienen buen corazón, son gente sana, que no padecen envidias ni complejos raros, pese a que son peculiares y eso los hace que los considere amigos, de hecho, ahora que lo pienso… son «normales» para mí, aunque realmente como mínimo podía reconocerles que son peculiares porque desde hace años tienen un peluche de su hija (ya adolescente) que lo consideran uno más en la familia… tanto que en las fotos sale con ellos y hasta se la llevan con ellos a los lugares más insólitos!! ¡¡Arre, arre unicornio!! Pero da gusto porque notas que son sencillas, puedes reírte con ellos y de ellos, y ellos contigo y de ti sin ningún tipo de reparo, siempre dentro del respeto y la diversión, y quien no lo vea o no lo sienta normal… pues nada… a seguir con complejos fingiendo ser perfectos de cara a los demás… pero yo pienso ciertamente, que la felicidad consiste sólo en disfrutar el momento que vas viviendo y si te rodeas de la gente que a ti te parece «normal» y que te hace sentir «normal» dentro de las peculiaridades de cada uno, pues ya tienes mucha felicidad garantizada por esos buenos momentos compartidos. Así que muchas gracias por ser «normales» familia, hoy hemos regresado a casa un poquito más felices por esas risas compartidas.